Alguersuari se queda sin la victoria por los frenos

La victoria estaba ahí, a tiro, a sólo ocho vueltas. En este caso sí que lo importante era participar pero, claro, a ninguno de estos chicos les amarga el dulce de un triunfo, incluso en una pachanga. Jaime Alguersuari quería acabar el año con ese éxito en el 'Desafío de las Estrellas', la carrera de kárting que cada temporada Felipe Massa organiza en Florianópolis (Brasil) con fines benéficos.


Y lo tuvo en la mano. El catalán ya había sido el más rápido en el entrenamiento previo a las carreras, clasificándose cuarto en la primera manga del día, que ganó otro piloto de F-1, Lucas di Grassi. El momento de la revancha era la carrera final, en la que partía cuarto para ponerse en cabeza sólo cuatro vueltas después. Su ritmo era el más alto en pista y con un crédito de ocho décimas por vuelta consiguió una cómoda ventaja sobre sus seguidores... pero no fue suficiente.

Cuando ya sólo le faltaban ocho vueltas para ver la bandera de cuadros, las pastillas de freno de su kart se deterioraron de forma alarmante, lo que le impidió mantener su posición. Perdía dos segundos por vuelta y tuvo que ceder hasta acabar octavo en una carrera que ganó la brasileña Bia Figueiredo, habitual de la Indy.

Pese a todo, Jaime estaba satisfecho con su actuación: y esta s fueron sus palabras al término de la carrera:
"Hoy he cerrado definitivamente el año 2010, que ha sido, junto con 2008, cuando gané el British de F-3, el mejor año de mi vida deportiva.
La invitación de Felipe era irrechazable, porque se trata de una causa justa y benéfica, y me apetecía compartir este fin de semana con buenos amigos como el propio Felipe, Di Grassi, Barrichello y viejos conocidos, como Enrique Bernoldi o Ricardo Zonta.
Por lo que respecta al fin de semana, lo he dado todo y Dios sabe que he tenido la victoria en la mano.
Las pastillas de freno han desaparecido cuando tenía la carrera controlada y el ritmo apropiado para terminarla con un cómodo margen sobre Barrichello y Bia Figueiredo.
Estos karts son muy poco exigentes, tienen poca potencia, pesan mucho por la carrocería y no puedes distraerte ni un segundo levantando el pie del gas, porque el peso añadido frena muchísimo.
Aunque ya estoy acostumbrado a ser 'el nuevo' de las carreras desde que tenía 15 años, una vez más tuve que aprender el viernes cómo demonios se conduce este aparato en un circuito muy bonito que no había visto ni en fotografías.
Pero, lo más importante a una semana de Navidad, es el buen ambiente y sentir que, a pesar de la competitividad de la F-1, todavía hay acciones y eventos que priman la cordialidad y el compañerismo.
Volveré en 2011".
Fuente: as&marca